Dia del Padre
Recuerdo un domingo por la tarde, no eramos de ir a la cancha, pero esa vez me llevaste a ver a Talleres...jugaba contra el Santos de Brasil?... puede ser... no viene al caso.
Recuerdo tus manos grandes que me cubrían todo el pecho y me protegían de la muchedumbre... todo era alto... las tribunas, los hombres con gestos adustos...
Recuerdo el olor a mandarina, los hinchas con las bolsitas de maní...
Me cuidabas de todo y de todos... como lo hiciste siempre...
Y aunque hablábamos lo justo (no eras de hablar mucho), todo lo enseñabas con el ejemplo, aunque quizás no lo sabías...
Recuerdo tus ojos grandes, siempre al borde de la lágrima emocionada... cuando mirabas a tus nietos, cuando escuchabas alguna canción que te transportaba a algún lugar de tu infancia...
Recuerdo tus manos... siempre admiré y soñé tener esas manos...
Que tema con las manos... después de vos nunca dejé de mirarle las manos a la gente...
Juego a adivinar que hace cada mano que observo...¿Esa mano cuidada... acaricia tiernamente mejillas rosadas, o golpea sin remordimiento?... ¿Esta otra mano rugosa y aspera... solo sirve para el pico y la pala, o tiembla de amor cuando levanta a su hijo recién nacido...?
Así es viejo... hoy te recuerdo, como lo hago casi todos los días de mi vida
Y te iba a decir feliz día estés donde estés... pero ahora sé que estás en cada cosa que heredé de vos...
Los ojos siempre al borde de la lágrima emocionada...
La devoción sin condiciones para con los hijos...
Las patas flacas y el abdomen prominente...
El pasatiempo de la construcción...
La curiosidad y las ganas de ser mejor...
La convicción de que el trabajo dignifica...
La semana pasada te imaginé gritando el gol del ascenso y llevé los brazos al cielo queriendo abrazarte para que lo festejáramos juntos...
Vivirás siempre en mi corazón
Feliz día viejo!
Recuerdo tus manos grandes que me cubrían todo el pecho y me protegían de la muchedumbre... todo era alto... las tribunas, los hombres con gestos adustos...
Recuerdo el olor a mandarina, los hinchas con las bolsitas de maní...
Me cuidabas de todo y de todos... como lo hiciste siempre...
Y aunque hablábamos lo justo (no eras de hablar mucho), todo lo enseñabas con el ejemplo, aunque quizás no lo sabías...
Recuerdo tus ojos grandes, siempre al borde de la lágrima emocionada... cuando mirabas a tus nietos, cuando escuchabas alguna canción que te transportaba a algún lugar de tu infancia...
Recuerdo tus manos... siempre admiré y soñé tener esas manos...
Que tema con las manos... después de vos nunca dejé de mirarle las manos a la gente...
Juego a adivinar que hace cada mano que observo...¿Esa mano cuidada... acaricia tiernamente mejillas rosadas, o golpea sin remordimiento?... ¿Esta otra mano rugosa y aspera... solo sirve para el pico y la pala, o tiembla de amor cuando levanta a su hijo recién nacido...?
Así es viejo... hoy te recuerdo, como lo hago casi todos los días de mi vida
Y te iba a decir feliz día estés donde estés... pero ahora sé que estás en cada cosa que heredé de vos...
Los ojos siempre al borde de la lágrima emocionada...
La devoción sin condiciones para con los hijos...
Las patas flacas y el abdomen prominente...
El pasatiempo de la construcción...
La curiosidad y las ganas de ser mejor...
La convicción de que el trabajo dignifica...
La semana pasada te imaginé gritando el gol del ascenso y llevé los brazos al cielo queriendo abrazarte para que lo festejáramos juntos...
Vivirás siempre en mi corazón
Feliz día viejo!
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